Todo el mundo odia los impuestos. O si no los odia, en el mejor de los escenarios podría decirse que no es precisamente su mayor fan. Y no porque la gente no quiera hacerlo, sino que en su mayoría encuentran tedioso el proceso para pagarlos.
Lo anterior, no depende de ti ni de mí, sino del Servicio de Administración Tributaria, mejor conocido como SAT. Lo que sí puedes cambiar a tu favor, es sacarle provecho a todo lo que es deducible de impuestos. O lo que es lo mismo, restar algunos de los gastos que has hecho de los ingresos anuales reportados. Al final del día, no es otra cosa sino pagar menos impuestos
El caso de la gasolina
Una pregunta muy común dentro de este tema, es si la gasolina es deducible o no. Y la respuesta es que sí, siempre y cuando estés registrado como persona física y cobres por honorarios o actividad empresarial. Aunado a ello, tu labor debe requerir obligatoriamente comprar gasolina
Otra consideración, es que para validar las deducciones tienes que registrarlas en un comprobante fiscal llenado correctamente. Dicho de forma más clara, no te olvides de pedir tus facturas de gasolina. Es común que las primeras veces se te escape, pero al igual que muchas cosas en la vida, es cuestión de adquirir el hábito.
Otro punto clave a saber es que los pagos que hagas en cada carga no podrán ser en efectivo. No importa si tienes factura electrónica, si son hechos con billetes y monedas, no son válidos para deducir.
Las opciones para el pago son varias. Puede ser con tarjeta de crédito o nómina, así como con un cheque de nómina. De igual forma, puede hacerse con un monedero electrónico de combustible, siempre y cuando esté autorizado por el SAT.
Hay trabajos que por su naturaleza misma (como un repartidor, por ejemplo), vuelven imposible prescindir del combustible. Sin embargo, deduciendo este gasto será de gran ayuda para que tu contabilidad al final del mes se vea beneficiada. Solo recuerda siempre pedir -y conservar- todas tus facturas de gasolina.
